ESPAÑA O EX ESPAÑA, ES UN ESTADO FALLIDO


Ramiro GRAU MORANCHO

Abogado y escritor. Académico Correspondiente Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. www.ramirograumorancho.com
Ramiro Grau Morancho
Ramiro Grau Morancho

Se denomina estados fallidos a aquellos que desde un punto de vista formal tienen las estructuras propias de un Estado, pero que, en la práctica, funcionan al margen de las Instituciones, que realmente no son independientes, y están colonizadas u ocupadas por los poderes fácticos, que son los que realmente mandan.

Son aquellos países donde el presidente del gobierno dice que “estoy seguro de que a la Infanta Cristina le va a ir bien”, como así sucedió, y donde el Fiscal y la Abogado del Estado, en lugar de defender el interés público, se dedican a defender el interés particular de los delincuentes y defraudadores fiscales y económicos, por ejemplo.

O donde las instituciones destinadas a defender a los consumidores y usuarios, como la CNMC y la CNMV, en lugar de hacer su trabajo se dedican a amparar a los grandes bancos y empresas del Ibex 35, una buena parte de las cuales actúan en régimen de oligopolios, abusando de su posición dominante: grandes bancos, compañías eléctricas, del gas, etc.

Un estado fallido es aquel donde los presidentes del gobiernos y ministros actúan siempre en beneficio de los poderes económicos, que una vez cesados o dimitidos, tras haber acreditado sobradamente su incompetencia, son “recompensados” con la sinecura de un asiento en los consejos de administración de esas empresas a las que tanto han favorecido durante su mandato, con retribuciones de varios cientos de miles de euros al año…, a cambio de asistir a dos o tres reuniones, obviamente sin enterarse de nada…

España, o la ex España, es un estado fallido, pues hay dos regiones en las que se obliga a todos los españoles, nativos o forasteros, a “sumergirse” en el idioma vernáculo, puesto que prácticamente se persigue la hermosa lengua española, que es la segunda del mundo, después del inglés, o la tercera, si incluimos el chino, aunque todos sabemos que no hay quien pueda estudiar, entender y aprender ese idioma.

España es un estado fallido, pues hay cinco policías distintas, por ahora, y vamos camino de posibles enfrentamientos con las armas en la mano entre alguna policía autonómica, o más bien separatista, y la policía nacional y guardia civil, o incluso el propio Ejército, o lo que queda de él, tras haber sido triturado y convertido en poco más que una ONG.

España es un estado fallido, pues los extranjeros tienen más derechos que nosotros, los españoles de origen, de pura cepa, ya que ellos solo tienen “derechos”, mientras que nosotros solo tenemos obligaciones y deberes…

En definitiva, la ex España es un estado donde cuando hay un temporal, la máxima autoridad del estado tiene los cojones de decirle a los ciudadanos “que no haber salido de viaje”, como si ellos no tuvieran competencia o responsabilidad alguna.

¡Bienvenido a la ex España, nación de naciones y país de gilipollas, donde ya no cabe un tonto más!

Ramiro GRAU MORANCHO,

Abogado y escritor. Académico Correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España.

www.ramirograumorancho.com

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4 Comments

  1. Todo el fraude millonario que se ha hecho a millones de españoles por parte de los bancos y las antiguas cajas de ahorros, con la convivencia del Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores, CNMV, demuestran que este país no funciona, y que quienes deberían de proteger a la gente normal y corriente, EN REALIDAD SON LOBOS DEPREDADORES…

  2. Vamos a ver, Ramiro, cuida un poco tu lenguaje.

    No por soltar tantas palabrotas te vas a convertir de repente en Cela o en Pérez Reverte, chato.

    Por lo demás, tampoco le falta razón al director de la DGT cuando dice que la mayoría de los conductores iban sin preparación ninguna. Yo lo veo en la carretera todos los días

    1. Gracias por su agudo comentario.
      No aspiro a llegar a la altura, ni siquiera al betún de sus botas, de los autores que usted cita, pero me gusta escribir igual que hablo.
      De cualquier forma, procuraré limitar las palabras malsonantes que puedan herir los virginales oídos de mis lectores…, en el supuesto de que tenga alguna, claro está.

    2. Más que el continente, a mi me interesa el contenido de los artículos, y en ese sentido, lo suscribo plenamente.

      Se pueden decir las cosas más alto, pero no más claro.

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