Muere a los 83 años el jurista Emilio Gastón, primer Justicia de la democracia


Político y poeta, ocupó el Justiciazgo entre 1987 y 1993.

El abogado y político aragonés Emilio Gastón ha muerto a los 83 años. Gastón fue el primer Justicia de Aragón del periodo democrático y ocupó el cargo entre 1987 y 1993.

Además de su carrera como jurista, el expolítico fallecido tuvo en la poesía una de sus grandes pasiones. Él mismo contaba en una entrevista con motivo de su 80 cumpleaños, que ambas cosas eran fundamentales en su vida. «Un abogado y defensor de la gente debe tener algo de creador o poeta para salir de lo normal, de la a veces parte tediosa de la vida. Un poeta también se interesa por lo que pasa a su alrededor», explicaba.

El primer Justicia también fue uno de los fundadores de la revista ‘Andalán’, publicación señera del panorama cultural aragonés. También participó en el nacimiento de la Asociación de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés, Apudepa.

Gastón estuvo entre los protagonistas del movimiento autonomista aragonés en los primeros años de la democracia. Con ese espíritu nació el Partido Socialista de Aragón (PSA), en cuya fundación participó. Asimismo, ocupó un escaño por Zaragoza en las Cortes Constituyentes, en las que fue portavoz del Grupo Mixto. Después de que la mayoría de los miembros de su formación decidiesen integrarse en el PSOE, él optó por abandonar la política activa.

En 1987, y tras años de duras negociaciones, se logró un consenso para que Gastón fuera el primer Justicia de Aragón de la democracia, una figura histórica que fue recogida por el Estatuto de Autonomía de 1982. Durante su mandato, que duró hasta 1993, abrió el Justiciazgo a todos los colectivos ciudadanos.

«Mi elección como Justicia en 1987 fue muy emotiva para mí, más aún por haber contado con la decisión unánime de las Cortes de Aragón. Lo viví con sorpresa. Hasta entonces había sido un abogado defensor de los derechos ciudadanos», explicaba en HERALDO. «Aquellos años me resultaron maravillosos, por el trato directo con los ciudadanos, con las distintas organizaciones y con mis compañeros de trabajo. Fue, sin embargo un poco más duro, para aquellos a quienes podía disgustar que el Justicia fuera independiente; y yo procuré que la institución fuese libre y no se inclinase. Así debe ser si se desea permanecer siempre contra los abusos de poder y defendiendo los derechos de los ciudadanos».

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Un padre que recitaba libertad

Por Nicolás Espada.

Yo veía a Emilio Gastón como el padre moderno que todos los niños de 12 y 13 años queríamos tener entonces. El padre de Rafael, mi amigo y compañero del colegio nacional Gascón y Marín (entonces era nacional, no público) era un señor abogado que igual te enseñaba a tocar el piano que te contaba qué era eso de la democracia y los partidos políticos o te llevaba a descubrir las hierbas más extrañas del Pirineo. Su casa de Marina Moreno (se llamaba así el paseo) ya era un museo para mi. Pero por las 14 habitaciones de aquella vivienda familiar, gimnasio incluido, se respiraba un aire de libertad que encarnaba Emilio pero también la madre de sus hijos, Victoria Nicolás, la chica María José y las hermanas de mi amigo, Elena y Diana. Los viajes a la borda de Hecho, por aquella tortuosa carretera de los Mallos de Riglos, constituían unos momentos de esplendor familiar. Allí se recitaban poemas, se hacían esculturas de barro, se mimaba la naturaleza como nunca había visto entonces. De ahí salió la afición de Rafa por las setas, o la de la pobre Diana por la poesía. Un momento duro, en la vida de Emilio perder a su hija más querida con solo 10 años. Los momentos familiares se tornaron más duros por separaciones y alejamientos provocados por las circunstancias de la vida. Pero me quedo con aquel hombre que me llevó al Congreso para ver el lugar donde se cocía nuestra libertad y después fue capaz de dar una lección a todos de cómo se acercaba un político a la gente para poner en valor una figura como la del Justiciazgo que muchos aragoneses solo conocían por el monumento de la plaza Aragón de Zaragoza. Emilio se mojó por muchas causas y de sus inmensos ojos siempre se desprendía una sorpresa cómplice ante cualquier situación que transmitía paz mientras sus labios recitaban libertad. Descanse en paz. H

Origen: Un padre que recitaba libertad – Opinión – El Periódico de Aragón

4 Comments

  1. Don Emilio GASTÓN SANZ, que en paz descanse, montó EL JUSTICIAZGO con muy escasos medios, creo recordar que solo 4 asesores, y unos pocos empleados administrativos.

    Ahora atienden en Palacio, viajan con coche oficial y dos escoltas, tienen la friolera de DIECISEIS ASESORES, NOMBRADOS A DEDO, Y COBRANDO LO MISMO QUE UN JUEZ O UN FISCAL, y un número similar o incluso superior de empleados, en resumen un dispendio y malgasto DE MÁS DE DOS MILLONES Y MEDIO DE EUROS AL AÑO.

    Por cierto, y a cada cual lo suyo, creo que fue don Juan MONSERRAT quien cuadruplicó la «nómina» de asesores a 16.

    ¡Seguramente tenía muchos amigos que colocar! Se basó en que la ley no limitaba el número de asesores… ¡Menos mal que no nombró a 30 0 40!

    DESDE ENTONCES LA CIFRA HA SEGUIDO IGUAL, CON LO CUAL EL COSTE DE TAN INÚTIL INSTITUCIÓN, CADA DÍA ES MÁS ELEVADO.

  2. Conocí personalmente a Emilio Gastón. Era un ciudadano ejemplar. No le importaba enfrentarse a la casta política. Prueba de que fue un buen Justicia es que a a los tres meses de nombrarlo ya lo querían echar. Lo mismo que al actual que lleva mas de veinte años y todos los partidos políticos están contentísimos con el.

    Emilio fue una persona carismática, ejemplo de honradez, de ciudadano y de político. Nada que ver con la casta actual.

  3. El único Justicia decente y honrado que hemos tenido en Aragón.

    Descanse en paz.

    Nunca le olvidaremos.

    Mi más sentido pésame a todos sus familiares y amigos, que lo eran -eramos- muchos, y lo seguiremos siendo hasta la Eternidad.

  4. Una persona honesta y decente, Y UN POLÍTICO HONRADO, QUE ES MUCHO DECIR.

    Descanse en paz.

    SU EJEMPLO PERMANECERÁ ENTRE TODOS NOSOTROS.

    ¡Estamos tan poco acostumbrados a ver gente decente en la política, aragonesa o española!

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