Al Consejero de Sanidad le Crecen los Enanos: Crisis en la Atención Primaria, Hospitales y Salud Mental


Las asociaciones de salud mental de Aragón exigen más recursos y personal especializado mientras el sistema sanitario colapsa en múltiples frentes.

Una caricatura del Consejero de Sanidad José Luis Bancalero al que le crecen los enanos que representan diferentes crisis: uno con un estetoscopio simbolizando la falta de médicos en atención primaria, otro con una jeringuilla representando la escasez de personal en hospitales, y varios con pancartas de protesta exigiendo recursos para la salud mental. El Consejero, con cara de desesperación, intenta tapar todas las crisis con las manos, mientras otras emergen alrededor.

En un giro digno de un episodio de «La que se avecina», el Consejero de Sanidad de Aragón enfrenta una nueva revuelta. Ya no es suficiente con lidiar con la escasez de médicos en la atención primaria y hospitales fuera de Zaragoza; ahora, las asociaciones de salud mental se levantan en armas exigiendo lo que parece ser lo imposible: más recursos y personal especializado.

El Clamor de las Entidades de Salud Mental

Este miércoles, en Calatayud, se llevó a cabo el III Encuentro del Fórum de Entidades de Salud Mental, una plataforma que agrupa a 16 organizaciones sin ánimo de lucro de las provincias de Zaragoza, Huesca y Teruel. La reunión, aunque planeada como un espacio de trabajo en común, se convirtió rápidamente en un foro de quejas y demandas.

Foro en la Fundación Rey ardid de Calatayud

Según Alfonso Cerdán Ibáñez, presidente de la agrupación y director gerente del Centro Neuropsiquiátrico Nuestra Señora del Carmen, el principal obstáculo es, como siempre, el dinero. “El principal hándicap está en el dinero. En función de lo que necesitas, tienes que dotar de recursos”, declaraba Cerdán, añadiendo que las tarifas acordadas con el Gobierno de Aragón no se han actualizado desde 2018. Parece que para algunos, la inflación es solo un mito.

La Petición Clara: Más Recursos

La petición de estas organizaciones es clara y directa: más dinero y más profesionales. Sin estos, aseguran, es imposible mantener la calidad del servicio y llegar a todas las personas que necesitan ayuda. Pero no se trata solo de dinero para llenar los bolsillos. Cerdán explicaba que con más recursos podrían auditar sus capacidades y equipararse con los mejores estándares internacionales en salud e inserción. ¿Auditar? ¡Qué idea tan revolucionaria!

Una Jornada de Encuentro y Reivindicación

Javier Guerreiro, coordinador del Fórum, describía la jornada como un “lugar de encuentro y compartir experiencias”. Pero no todo es color de rosa en estos encuentros. Guerreiro admitía que la principal problemática es la falta de profesionales, especialmente en las zonas rurales. Mover personal para llegar al usuario que lo necesita en áreas remotas es un esfuerzo titánico, y la dispersión geográfica solo agrava el problema.

Noelia Calderera, directora del Centro de Rehabilitación y Apoyo Psicosocial (CRAP) de la Fundación Rey Ardid en Calatayud, enfatizaba que la dispersión es un problema añadido. «Las personas necesitan que los profesionales intervengan en su entorno porque se ha demostrado que son más eficaces”, sostenía Calderera. Pero claro, sin medios económicos y con dificultades de transporte, la eficacia es solo un sueño lejano.

Foro en la fundación rey ardid de Calatayud

Un Sistema en Crisis

La realidad es que el sistema sanitario en Aragón está en crisis. Las entidades de salud mental exigen recursos que el gobierno parece incapaz o no dispuesto a proporcionar. Mientras tanto, los médicos en atención primaria y los hospitales, especialmente los fuera de Zaragoza, están al borde del colapso. La salud mental, que debería ser una prioridad, se queda relegada a un segundo plano.

En resumen, al Consejero de Sanidad le crecen los enanos. Las asociaciones de salud mental están cansadas de los discursos vacíos y las promesas incumplidas. Quieren acciones concretas y recursos tangibles. Porque al final del día, no se pueden matar moscas a cañonazos, y la salud mental no se puede gestionar con meras palabras.

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