Tuve que poner un enema en el pasillo, entre biombos, para garantizar algo de dignidad


La plataforma contra la privatización de la Sanidad denuncia la saturación en las urgencias del Servet, que el pasado lunes, 15 de julio, atendieron a más de 400 personas.

Urgencias del hospital Miguel Servet el 6 de enero del 2012. Foto Heraldo de Aragón. Las dos flechas y el pixelado de los rostors son nuestros
Urgencias del hospital Miguel Servet el 6 de enero del 2012. Foto Heraldo de Aragón. Las dos flechas y el pixelado de los rostors son nuestros

El pasado lunes, 15 de julio, las urgencias del hospital Miguel Servet de Zaragoza atendieron a 400 personas, saturando las consultas y provocando largas esperas y la utilización de los pasillos como refugio de las camillas. Entre el sábado y domingo anteriores se superaron los 600 pacientes.

La Plataforma contra la Privatización de la Sanidad en Aragón denuncia «el caos» que se vivió la semana pasada y que «no es la primera vez», pues en junio ocurrió algo similar. El intenso calor, que afecta sobre todo a los más mayores, es la principal causa del repunte en las urgencias de estos días.

Desde esta asociación explican que hubo momentos «con más de 100 personas esperando atención, otras tantas esperando para ingresar y más de 20 camillas amontonadas en los pasillos».

En verano se cierra una de las tres salas de observación en función del calendario normal que el hospital sigue cada año según los datos de afluencia del curso anterior. Sin embargo, desde la Plataforma recuerdan que «en cuanto se cierran servicios, se saturan porque la gente enferma igual en verano. Lo que baja no es la demanda, sino los contratos».

La organización contra la privatización asegura que los trabajadores «llevan fatal esta situación porque les crea un gran estrés». «Cuando la gente lleva varias horas esperando -explican- les montan el follón a ellos». Estos pacientes tienen derecho a reclamar «algo que sería bueno para reivindicar la situación», afirman en la asociación, pero generalmente cuando finalmente son atendidos «se marchan y lo olvidan».

Los trabajadores «están muy quemados»

Los trabajadores de urgencias llevan dos meses denunciando la situación aunque sin mucho éxito. Desde la Plataforma contra la Privatización de la Sanidad reclaman «que no se cierren unidades y que se contrate lo que se necesita».

Según esta asociación, una auxiliar de enfermería comentó tras la jornada del lunes: «He tenido que poner un enema en el pasillo, entre biombos, en un intento de garantizar algo de dignidad y privacidad al paciente». También critican «el riesgo añadido que supone que una plantilla mermada, tenga que atender a pacientes desperdigados por los pasillos, camillas, sillones, etc.».

El secretario general de Sanidad de CC. OO., Juan Urdani, recuerda que «la salud no puede medirse en términos económicos, no es algo que se pueda controlar, si hay un repunte de enfermedades habrá que abrir las salas».

Desde este sindicato reconocen que los trabajadores están «muy quemados» y la gente «cada vez más cabreada». Además del cierre de salas, CC. OO. denuncia que no se contrate a trabajadores para sustituir a los que están de vacaciones o que se reduzca la duración de esos contratos. «Hay mucho más trabajo y menos gente, tienen que redistribuir, forzar altas o retrasar operaciones», asegura Urdani.

«Se confunde el no gastar con ahorrar y en sectores como la Sanidad no se puede hacer. La gente está que arde y lo que más se oye en el hospital es ¡qué vergüenza!», concluye.

vía Tuve que poner un enema en el pasillo, entre biombos, para garantizar algo de dignidad.

7 Comments

  1. De todas formas algo se hace mal cuando el servicio de urgencias del servet es un mastodonte casi tan grande como alguno de los comarcales y sin embargo este tipo de noticias se repite varias veces al año. Alguien falla y no solo a nivel político. Creo que hay inversiones en recursos materiales y humanos que no siempre se enfocan a la verdadera utilidad del sistema que es atender bien al paciente. A veces en el servet y supongo que en todos los sitios, hay quien no se da cuenta que no trabaja para su gloria, para figurar, para hacer curriculum, para salir en la foto….. sino para un cliente que es el paciente. Y hay cientos de ejemplos

  2. La semana pasada, nuevamente, se colapsaron las urgencias del Hospital Miguel Servet de Zaragoza.Se vivieron momentos de más de 100 personas esperando atención, otras tantas esperando cama para ingresar y más de 20 camillas amontonadas en los pasillos.No es un hecho casual.En verano, según la Consejería, baja la demanda asistencial. Por ello se puede cerrar una de las salas de observación (la sala 3), que se usa de comodín abriendo y cerrando durante todo el año a conveniencia.Son 21 camas de observación menos, que hubieran evitado esas veinte camillas de los pasillos.Una auxiliar de enfermería comenta horrorizada que ha tenido que poner un enema en el pasillo, entre biombos… en un intento de garantizar algo de dignidad y privacidad al paciente.Por no hablar del riesgo añadido que supone, que una plantilla mermada, tenga que atender a pacientes desperdigados de esta manera por las urgencias entre camillas, sillones…Esta situación, que se repite una y otra vez, pone en tela de juicio la aseveración de que en el verano baja la demanda asistencial y se pueden cerrar salas de observación e incluso plantas enteras de hospitalización, como la sexta y octava plantas del edificio de Traumatología que permanecen cerradas; hecho que contribuye al colapso en urgencias, no permitiéndose la correcta fluidez de ingresos.Cerrar zonas sólo contribuye a ahorrar en contratación, lo que perjudica a los pacientes, que son los que sufren las largas esperas y las estancias en camillas durante horas.Los trabajadores de urgencias llevan denunciando esta situación desde junio, sin que se les escuche.Desde la Plataforma Contra la Privatización de la Sanidad, denunciamos este ataque flagrante a nuestro derecho a la sanidad, y esperamos que se garanticen las medidas oportunas, impidiendo que vuelvan a vivirse situaciones como éstas.

  3. Para González, «la sanidad de Madrid no es una oportunidad de negocio (…). Los políticos no han sido elegidos para que este sistema sanitario sea económicamente productivo, sino socialmente productivo». Considera, además, que «no es posible que un abogado o un politólogo lo gestionen bien sin escuchar a los profesionales».

    1. Tienes razón, un quirofano de 6 funcionando y medio hospital cerrado por vacaciones.
      Y mientras quirofanos del servet suspendidos y las urgencias colapsadas.
      QUE VERGUENZA

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