Aragón, la ley del silencio

Ramiro GRAU MORANCHO

Ramiro Grau Morancho
Ramiro Grau Morancho

El sábado 13 de mayo de 2011 vi el programa del que copio el título en Intereconomía, de 21,30 a 22 horas, y la verdad es que se me pusieron de punta los pocos pelos que me quedan. Y no era para menos. Seguramente todo lo que se decía no era una verdad absoluta, pero tiene declarado el Tribunal Constitucional que al periodista únicamente puede exigírsele la búsqueda de la verdad, acudiendo a las diversas fuentes, no la certeza o verdad absoluta. En el supuesto de que exista esa verdad iuris et de iure.

También desconozco si se habló con todas las personas y personalidades citadas en el programa, para que pudieran defender su punto de vista, o si expresamente declinaron esa invitación. O si se intentó obtener el testimonio institucional del PSOE o del PAR, partidos más citados en el reportaje, y no precisamente para bien.

De cualquier forma, los datos me resultaron escalofriantes, aunque ya conocía sotto voce una buena parte de lo emitido, y muchos más datos que me reservo por ahora.

De los dos abogados que aparecieron en el espacio, uno de ellos es amigo mío, y me consta que era persona honrada y competente, y lo digo con pena, pues falleció el año pasado.

Y respecto al otro abogado, creo fue expulsado del PSOE, por el expeditivo procedimiento de “fabricar” un acta ad hoc del comité federal, único órgano que al parecer puede acordar las expulsiones en dicho partido, que ni es socialista, ni obrero, ni español.

Excuso decirles que anuló dicha resolución en los Tribunales y se ha reintegrado al partido. Pertenece a lo que podríamos llamar socialistas utópicos, o socialistas honrados, que también los hay, por fortuna, aunque hoy por hoy sean minoría.

Y si falta la democracia interna, seguramente no debiéramos llamarlo tampoco partido, puesto que la Constitución vigente establece en su art. 6 para los partidos políticos las características siguientes: “Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos”. Tal vez habría que hablar de secta, o como dice Pablo Castellano, de “partidas”.Que algo huele a podrido en Aragón, es bien conocido de todos los que poseemos alguna información y formación, que no sean las noticias deformadas facilitadas por los gabinetes de comunicación de la DGA, y que son publicadas a diario por Heraldo y El Periódico, cuyas principales fuentes de ingresos son la publicidad institucional, las esquelas y los anuncios de prostitución.

Abogado, Profesor Universitario de Derecho y Académico Correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. http://www.ramirograumorancho.com

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