Entre la incompetencia y la desidia: un vistazo sarcástico a la eterna crisis sanitaria del Bajo Cinca
En un giro que sorprendería a absolutamente nadie, el Consejo de Salud del Bajo Cinca ha vuelto a lanzar una advertencia sobre el deplorable estado de la sanidad en la comarca. El presidente del organismo, Ángel Cabrera, no escatimó en palabras para expresar su frustración, recordándonos que, independientemente de quién esté en el poder, la situación sigue siendo tan lamentable como siempre.
La Tragedia de la Atención Primaria
Ángel Cabrera, en un tono que rayaba en la desesperanza, comentó que «en primaria faltan efectivos, no se cubren bajas ni vacaciones y muchos facultativos acaban por solicitar el traslado por la acumulación de tareas de los compañeros ausentes». Claro, porque nada dice “eficiencia” como dejar que los médicos se quemen y se vayan a lugares donde tal vez se les trate un poco mejor.
Especialización: Una Palabra Exótica en Barbastro
El hospital de Barbastro, joya de la corona de la incompetencia, está en tan malas condiciones que su deficiente dotación de personal afecta directamente a la ausencia de especialistas en el Centro Comarcal de Fraga. Las disciplinas como oftalmología, traumatología y cardiología tienen listas de espera que harían sonrojar a un funcionario de la Edad Media.
Según Cabrera, “la deficiente dotación de la plantilla del Hospital de Barbastro repercute de forma muy directa en la ausencia de especialistas en el Centro Comarcal de Fraga”. Las listas de espera son tan largas que uno casi espera que la próxima campaña publicitaria del hospital sea: “Venga por la espera, quédese por la desidia”.
La Ironía de la Constancia
Lo verdaderamente impresionante aquí es la constancia. Años pasan, gobiernos cambian, pero la situación de la sanidad en el Bajo Cinca permanece inmutable, una roca de ineficiencia en un mar de cambios políticos. Cabrera, en un arranque de sinceridad brutal, admitió: “pasan los años, pasan los gobiernos de distinto signo, y nuestra situación sigue siendo penosa”.
Reflexión Final
En resumen, el Consejo de Salud del Bajo Cinca nos ha recordado, una vez más, que la sanidad en la comarca está en un estado deplorable. Pero tranquilos, porque si algo hemos aprendido es que la incompetencia y la desidia son, al menos, constantes. Y en un mundo tan cambiante, hay algo de reconfortante en saber que algunas cosas nunca cambian.