Retrasos en el sistema sanitario de Aragón: una crisis encubierta


El dilema de la atención sanitaria: entre la necesidad y la negligencia

La atención sanitaria en Aragón se enfrenta a una situación preocupante, revelada por el reciente barómetro sanitario de 2023, que pinta un panorama de retrasos significativos y una creciente insatisfacción ciudadana. Según el estudio, un alarmante 40.9% de los aragoneses esperaron más de tres meses para una primera cita con un especialista el año pasado, subrayando un problema sistémico en la gestión de la salud pública.

Este retraso es una señal de alarma sobre la eficacia del sistema sanitario en la región, donde casi cuatro de cada diez residentes optan por seguros privados, motivados principalmente por la rapidez en la atención. Este hecho no solo subraya la desconfianza hacia el servicio público, sino que también resalta una división en el acceso a la salud basada en la capacidad de pago, alejando el ideal de igualdad en el cuidado de la salud.

Las especialidades más demandadas, como Cirugía Ortopédica y Traumatología, enfrentan demoras que superan los ocho meses, una espera que puede ser devastadora para pacientes con condiciones que requieren atención urgente. El doctor Jorge Albareda del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa señala que, aunque han introducido consultas virtuales para agilizar el proceso, la solución sigue siendo insuficiente ante la magnitud de la demanda.

Además, la atención primaria no se queda atrás en cuanto a ineficiencias. Aunque la mayoría de los ciudadanos acude al menos una vez al año, un 65.9% afirmó que tuvo que esperar más de 24 horas por una cita, y un 15.6% esperó más de una hora en la consulta. Estas cifras no solo reflejan una espera física, sino también una carga emocional y psicológica para quienes dependen de estos servicios.

El presidente del Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza, Javier García Tirado, admite que las demoras son un problema crónico y sugiere que la solución implica tanto aumentar los recursos humanos y medios diagnósticos como optimizar los ya existentes. Sin embargo, este reconocimiento enfrenta el reto de convertirse en acción concreta, dado el histórico de lentitud y burocracia en las mejoras del sistema.

Este contexto sanitario no solo está poniendo a prueba la paciencia de los aragoneses, sino que también está minando su confianza en un sistema que debería garantizar no solo atención, sino cuidado y prevención. Con una calificación promedio de 6.43 sobre 10 por parte de la población, está claro que hay un clamor por reformas fundamentales.

1 Comments

  1. la crisis sanitaria en Aragón se lleva arrastrando desde Marcelino iglesias y la señora rudi, aumentada por lamban y azcon con el beneplácito de colegio de médicos y enfermería

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