En acceso indebido las historias clínicas de pacientes no asignados en todo o en parte está gravemente penada por el Código Penal con varios años de cárcel.
Por Pedro Navaja. Médico
Por mitar la historia clínica de una prima la fiscalía de Cáceres ha pedido una pena de tres años y tres meses de prisión para una enfermera del Hospital Campo Arañuelo de Navalmoral de la Mata que entró en varias ocasiones y sin permiso al historial clínico de una prima suya con la que estaba enemistada. Situaciones similares pasan con médicos que acceden indebidamente a historias clínicas de compañeros, parejas, amigos o vecinos. Aragón no es diferente y un buen número de médicos y enfermeras se enfrentan a años de cárcel por curiosear historias clínicas. las sentencias del Tribunal Supremo son claras: es un delito castigado con la cárcel. Cada cual que actúe en consecuencia
El acceso a una Historia Clínica sin consentimiento es un delito penal, también para los profesionales de salud
El desconocimiento de la ley y actuar de buena fe no exime de su cumplimiento
Los datos de salud son altamente sensibles. La informatización de la historia clínica ha supuesto un gran avance a la hora de compartir información entre los profesionales implicados en un tratamiento y da mayores garantías a la seguridad a los pacientes: los expedientes se guardan digitalmente y son más difíciles “traspapelar”, y garantiza que los profesionales puedan consultar los antecedentes clínicos de un paciente antes de tomar una decisión.
Pero la facilidad de acceso trae consigo un elemento legal importante y que a veces los facultativos no tienen en cuenta o desconocen. El acceso sin consentimiento a la Historia Clínica es un delito que apareja pena de prisión. Eso quiere decir que es ilegal consultar la historia de pacientes que no están asignados al mismo profesional. Por lo tanto, no se puede acceder ni a los datos de familiares, ni de amigos y ni de otros compañeros. Incluso post-mortem. Aunque se haga de buena fe, se está incurriendo en un delito contra el derecho a la intimidad.
Tenemos varios antecedentes. En febrero de este mismo año el Tribunal Supremo condenó a un médico de Menorca por consultar el historial clínico de su ex-pareja y varios de sus familiares. El médico debe afrontar una condena a tres años y tres meses de prisión, y una multa de 6.000 euros por “delito continuado de descubrimiento de secretos, ya que sin autorización ni consentimiento accedió vía informática al historial clínico de su excompañera sentimental, y la hija, hermana y marido de dicha persona”.
En este caso, el acceso sin consentimiento fue reiterado (más de 200) y, “con interés en acosar a la perjudicada”, según el Supremo. Pero entre el colectivo sanitario no se percibe la gravedad del asunto. Acceder a la historia clínica de mi hijo mayor de edad porque estoy preocupado, o al de un amigo que está en tratamiento… no es solamente una cuestión ética o deontológica, sino que es un delito grave.
El mero hecho de acceder ya determina un perjuicio para el paciente. En 2015, y también en Mallorca, un médico fue condenado a dos años, seis meses y un día de prisión por consultar el historial clínico de cinco compañeros. La sentencia de la Sala de lo Penal afirmó que “la historia clínica estaría comprendida en ese derecho a la intimidad y además forma parte de los datos sensibles, el núcleo duro de la privacidad, cuyo mero acceso determina el perjuicio de tercero; el del titular de la historia, cuyos datos más íntimos, sobre los que el ordenamiento le otorga un mayor derecho a controlar y mantener reservados, se desvelan ante quien no tiene autorizado el acceso a los mismos.”
La informatización de la historia clínica permite que sea más fácil consultarla, pero en beneficio de la seguridad también deja un rastro informático, por lo que es posible saber quién ha accedido y con cuánta frecuencia. Lo mejor es siempre actuar siguiendo los principios éticos y deontológicos de la profesional y con conocimiento de la normativa.
Para profundizar más en este esta es muy recomendable la lectura del artículo de Carmen Rodrigo, licenciada en medicina y derecho.
Piden tres años de prisión para una enfermera por mirar la historia clínica de su prima
Entró varias veces para ver los datos de su prima con la que estaba enemistada
La Fiscalía Provincial de Cáceres ha pedido una pena de tres años y tres meses de prisión para una enfermera del Hospital Campo Arañuelo de Navalmoral de la Mata que entró en varias ocasiones y sin permiso al historial clínico de una prima suya con la que estaba enemistada.
En su escrito de acusación el Ministerio Fiscal ha detallado que la acusada, en su condición de enfermera, disponía de acceso, con nombre de usuario y clave personal individualizada, al historial clínico de los pacientes de dicho hospital.
En este sentido, y “aprovechándose de su empleo”, accedió a través del sistema informatizado de consulta clínica al historial clínico de una prima suya, con la que mantenía una relación de enemistad, sin conocimiento ni autorización de ella.
De esta forma obtuvo “información clínica especialmente protegida, con consciente incumplimiento del compromiso de confidencialidad que le incumbía y sin que por su actuación asistencial concurriera motivo que lo justificara”.
El acceso a los datos de la historia clínica se produjo en siete ocasiones entre el 25 de septiembre de 2020 y el 29 de junio de 2021, si bien no consta acreditado que la acusada hiciera uso alguno de estos datos.
Según la Fiscalía estos hecho son constitutivos delito de descubrimiento y revelación de secretos, por lo que procede imponer a la acusada la pena de tres años y tres meses de prisión, y multa de 22 meses con una cuota diaria de 12 euros.
Juzgan a una enfermera de Cáceres por revelar el historial clínico de un médico
Había sido pareja de su hija
La Audiencia Provincial de Cáceres ha acogido este martes el juicio a una enfermera del Área de salud de Cáceres, a la que se la acusa de revelar el historial clínico de un médico que había sido pareja de su hija.
La enfermera ha reconocido que entró en el historial del médico y de su actual mujer “con la intención de averiguar si tenía problemas de drogadicción porque temía por mis nietos”, pero que “nunca utilizó esa información”.
La Fiscalía la acusa de un delito de descubrimiento de secretos y solicita para ella la pena de un año de prisión, el pago de una multa de seis meses a la razón de seis euros al día y la inhabilitación para el empleo durante cuatro años.
Por su parte, la acusación particular ejercida por el médico y su mujer solicita una pena que va de los cuatro a los cinco años de prisión por los delitos de descubrimiento y revelación de secretos.
El médico ha declarado en el juicio que la acusada accedió a su historial clínico y al de su mujer “más de cien veces” y que el descubrirlo les provocó “una situación de estrés”.
Los hechos fueron descubiertos, ha manifestado, a lo largo de un juicio civil de modificación de medidas sobre la custodia de sus hijos, cuando la letrada de la hija de la acusada “preguntó si me habían derivado al Centro de Drogodependencia de Extremadura, algo que sólo podían saber si habían accedido a mi historial”.
Esto ha sido negado tanto por la acusada como por la hija, que han indicado que la pregunta venía por los distintos episodios de adicción que tuvo el médico mientras duró la relación y “rumores en el centro médico en el que trabajaba”.
El fiscal ha reconocido a la enfermera la circunstancia atenuante de reparación del daño al haber ingresado la indemnización que se le solicita y ha señalado que la acusada entró en el historial por protección de sus nietos.
Origen: Diario. es Juzgan a una enfermera de Cáceres por revelar el historial clínico de un médico
HERALDO SANITARIO y POLÍTICO - SATÍRICO DE OREGÓN 
El Xalud no hace controles.
Sorprendería el número de datos anuales existentes.
SON IMPRESENTABLES, los que lo hacen (muchísimos), y los que los tapan.
Pero penalmente se les condena a los que lo hacen y a los que lo permiten.
Penas de cárcel, perdida del puesto de trabajo e inhabilitación.
Pues tendría que hacerlos, de la misma forma que los hacen la guaardia civil, la policia nacional, o los bancos (por citar algunos ejemplos).
Y cuando el acceso a datos que no tenía el deber de consultar, es decir que son por curiosidad malsana, para vender esos datos -sí, se venden, y muchas veces a buen precio-, DURA SANCIÓN AL CANTO.
Eso sí, las entidades anteriormente citadas prefieren no judicializar esos asuntos, en general, Y LO RESUELVEN POR VÍA DISCIPLINARIA.
Me parece justo, pues para la alcahuetería, ya están Facebook, Instagram, etc.
La vida sanitaria de una persona es algo demasiado serio para que cualquier imbécil sin nada que hacer, se dedique a cotillear la vida de los demás…
¡Espero hagan controles aleatorios de estos casos, pues controlar a todos los sanitarios, se me antoja harto imposible!