‘Hasta Luego’ a las Mascarillas en Hospitales y Centros de Salud»


«El Baile de Mascarillas en Aragón: ¿Final de Fiesta o Sólo un Cambio de Ritmo?»

Nuria Gayán, Directora General de Salud Pública

Por Pedro Navaja. Médico

En un acto de audacia que roza la comedia, Aragón ha decidido jugar al escondite con el accesorio más enigmático de la era moderna: la mascarilla. En un movimiento que algunos llamarían valiente y otros temerario, el gobierno regional ha decidido que es hora de que hospitales y centros de salud se desprendan de su más fiel compañera de pandemia. La decisión, que parece ser más volátil que el precio del aceite de oliva, se fundamenta en una serie de cifras que, aunque prometedoras, no dejan de bailar al son de la incertidumbre.

Las estadísticas, esas volubles amigas de los políticos, muestran un descenso en los contagios que algunos celebran como la llegada del mesías, mientras otros lo miran con la sospecha de un gato escaldado. La incidencia de la gripe y otras enfermedades respiratorias agudas ha experimentado un descenso que bien podría ser el truco de un mago con demasiados conejos en su sombrero.

La directora general de Salud Pública, Nuria Gayán, nos invita a mantener la cordura en este carnaval de normativas que van y vienen como las olas del mar. Nos recuerda que aunque la mascarilla ya no sea el accesorio de temporada, no debemos descartarla del todo, especialmente cuando el aire huele a gripe o COVID-19. Un consejo prudente, si no fuera porque suena a ese familiar consejo de abuela que todos ignoramos hasta que es demasiado tarde.

El sistema sanitario, por su parte, parece respirar aliviado, aunque con la cautela de un trapecista sin red. Las urgencias disminuyen, los tiempos de espera se reducen, y todo parece indicar que el espectáculo de la crisis sanitaria está llegando a su fin. Pero, ¿es realmente el fin, o solo un intermedio antes del próximo acto?

Y en medio de este desconcierto, llega una noticia que parece sacada de un cuento de hadas: una vacuna contra el Virus Sincitial Respiratorio que promete proteger a los más pequeños de la casa. Una luz al final del túnel, sí, pero no podemos olvidar que en este túnel hemos visto más luces que en una discoteca en los ochenta.

En resumen, Aragón se está desprendiendo de las mascarillas con la elegancia de un adolescente en su primer baile de graduación. Queda por ver si este adiós es un verdadero paso hacia adelante o simplemente otra pirueta en este baile interminable que llamamos gestión de la pandemia. Lo que es seguro es que en este teatro de lo absurdo, la función debe continuar, con o sin mascarilla.

Deja un comentario